domingo, 4 de marzo de 2007

India de fiesta!


Hoy me despierto en el nuevo piso, y mientras estoy lavando la ropa arrodillado sobre la terraza, un viejo trepa por un cocotero a dos metros de mi balcón, atado con un arnés de hojas de plátano, la digo vanakkam, y me dice que le haga una foto.

Estos dos últimos días hemos estado liados con cosas del proyecto, con las conferencias del workshop y la gente de las jornadas, con la vida india (que no es poco) y con la mudanza al piso donde finalmente viviremos en Pondicherry. Un pisito muy majo pero vacío, en un barrio popular y barato pero cerca del centro y la playa y del Instituto Francés de investigación donde trabajamos.

El viernes pudimos acabar el día con un concierto fantástico de música india en la azotea del Instituto Francés, nada comercial o estilo bollywood, una música delicada a dos violines y percusión, muy intensa y que no tenía pausa entre canción y canción.

Ayer hubo un festival en la ciudad, en el que se celebraba la entrada del nuevo mes Tamil, y venía gente desde el interior del estado a la costa para darse un baño tradicional. Nuestro barrio estaba llenísimo de gente, puestos de comida, regalitos, flores, helados y atracciones. Un amigo indio que siempre tenemos pululando por casa (aquí la gente no tiene nada que hacer la mayor parte del día), nos llevó al festival y estuvo explicando un poco el significado de todas las cosas que veíamos. Lo malo de esto es que nos hemos enterado de que este no es el principal festival del año, y ya no nos podemos imaginar como puede ser uno con más gente y caos por metro cuadrado.

La vida del currante

Quitando los sedimentos de los water tanks a puntapala

Estos últimos días hemos estado muy liados con definir definitivamente los temas y aspectos del proyecto, y la metodología con nuestros tutores. El miércoles llegó nuestra tutora de Barcelona, y tuvimos que preparar montón de cosas para presentar a su llegada, y luego aprovechar estos días con ella para visitar comunidades y establecer contactos. Además justo esta semana, en el Instituto donde trabajamos se han organizado unas jornadas de jóvenes investigadores, con conferencias muy interesantes, pero con el trabajo apenas hemos podido ir a las cenas, jeje, que se organizaban buffets libres en lugares pijos.

Bueno, bueno, respondiendo a preguntillas de los clientes, digo lectores, haré un compendio de explicaciones de las cosillas prácticas que queréis saber:

Para los que no se los llegué a decir, estoy en la India con el proyecto final de carrera con dos compañeros más, aunque este trabajo por ahora se nos está convirtiendo en una tarea enorme, ya que se esta transformando en un estudio serio del que nos dicen (animan o presionan) que podría salir algo útil (pal mundo), con posibilidades de salir publicado en algunos sitios… todo se andará.

Aquí me sitúo exactamente en la ciudad de Pondicherry, que es una antigua colonia francesa en la India, y trabajo en un Instituto de investigación (creo que nuestros nombres salen en su web: http://www.ifpindia.org/Social-Management-of-Water.html ). El estudio lo haremos en comunidades rurales del estado de Tamil Nadu, pero si quereis saber más sobre el proyecto escribidme y os mando un abstract o algo asín. El idioma que hablan aquí es Tamil, un idioma originario dravídico, más antiguo y diferente que el Hindi, del que parten muchos idiomas más (esto es un orgullo que tienen en el Sur). Algunas personas hablan inglés indio (casi imposible de entender) en la ciudad, pero casi nadie habla otra cosa, y menos hindi. Por eso nosotros trabajamos con dos traductores que medio dominan el inglés, con los que viviremos estos meses en el pueblo, y que por ahora son muy buen rollito (mañana vamos a cenar a casa de una, que está en un barrio super pobre).

Y la vida aquí empieza temprano por la mañana, porque a medio día ya no hay quien aguante el calor, y si no estas bajo una sombra estás muerto. Luego a media tarde la vida vuelve a las calles, y la gente tiene su tiempo para disfrutar de la vida en estas horas. La comida es super rica y sabrosa (y picante a morir), pero siempre acabas comiendo arroz en una de sus variantes. No bebemos agua del grifo y nos cortamos de comer alguna cosa, porque al final acabarás con alguna cagalera tarde o temprano. Aún así, es difícil cocinarte en tu casa, no hay muchas facilidades para adquirir comida sin preparar en las tiendas, ni tampoco venden apenas utensilios de cocina. La mayoría de la gente come fuera, ya sea en puestos ambulantes, kioskos, restaurantes, etc., porque la verdad es que es super barato comer (te puedes conseguir un plato de arroz al limón por 6 rupias – 11 centimos de euro). Por poco más te cebas como un gorrino, y lo normal en esta zona es que no se usan platos, se come sobre una hoja, de banano por ejemplo, y con los deditos, no existen cubiertos.


No me gusta hablar mucho de estas cosas que es mejor verlas y valorarlas por uno mismo, pero aquí la actitud de la gente es en general, de poca preocupación por ciertas cosas que a los occidentales nos parecen básicas, como la seguridad en el tráfico, el tremendo ruido y jaleo en las calles, o incluso la higiene, que no dejo de asombrarme como tienen todas las calles en escombros, con el alcantarillado pestilente al aire, y con basura y animales de toda clase por todos lados (sí, también hay vacas por doquier, pero también búfalos y unas vacas muy altas y flacas con joroba y cuernos muy largos, aunque ya nadie les hace ni caso). El caso es que pronto dejan de preocupar al visitante, y uno se encuentra cómodo y feliz de vivir y formar parte de la vida aquí, que aunque desastrosa, no deja de ser agradecida a cada momento.

La rata que siempre nos da las buenas noches en nuestra calle.

Blogs de mis compañeros de aventura

Hola buenas a todos, por aquí la cosa marcha finita… en primer lugar os dejo la dirección del peaso de blog que se han currao mis compis de proyecto antes de que se me vuelva a olvidar:

Elena: http://www.fotolog.com/elegalillo

Pere: http://estima-chipko.blogspot.com/

Creo que estos primeros días he visto tantas cosas que ya lo veo todo habitual, desde el punto de vista de que me siento realmente habituado y cómodo. No dejo de sorprenderme con tanta cosa y situaciones rocambolescas a cada paso, pero ya no puedo recordar muchas de ellas. Aquí la vida es pura diversidad de ritmos, situaciones, colores, relaciones, sonidos… pero todo se hace de manera muy natural, de modo que al final acabas integrándote en ello, y formando parte cómodamente de la vida (no vida individual, sino la ambiental que abarca a todo) que fluye por todas partes. Quizás es porque todo se acepta porque continúa la vida (aquí el tráfico es desastroso, pero nadie se enfada con nadie a pesar de estar a punto de morir cada 3 min), que aquí a nadie le queda duda de que merece la pena.