El primer día que fuimos a hacer trabajo de campo, viajamos hasta la zona en autobús, durante más de una hora. Viajar en autobús en la India es un espectácalo en si mismo. Te tienes que subir en marcha, porque la primera norma es que nunca se puede parar del todo bajo ningún concepto, después de empujarte con 30.000 indios, porque siempre van a rebosar, te toca aguantar de pie cojido a una barra todo el trayecto entre un mar humano apechugándote a 35ºC. Eso si tienes suerte de tener más de 50% de tu cuerpo dentro del habitáculo, porque tambien te puede tocar 15 cm2 en el último escalon, espacio suficiente para poner la punta de un pie e ir cómodamente asido a la ventana del bus, que nunca tienen cristales. Todo esto se realiza a 140 km/h en una carretera llena de curvas y sin asfaltar, esquivando (o arrollando) a todas las motos, bicis, atos, camiones, personas y otros autobuses que salen en TODAS direcciones. Pero lo mejor de todo es que va incluída banda sonora de bollywood a toda ostia y paneles llenos de lucecitas de colores con las deidades del conductor, que pueden ser desde shivas, krishnas, visnús, cristos, mecas, o todo a la vez, que tampoco es difícil encontrarlo. Son las discotecas de la India, allí si que te lo pasas de coña.
También pillar un ato de 3 ruedas pa hacer el trabajo de campo tiene su gracia. Este nos dejó tirados a 35ºC a 3 km de un pueblo.
1 comentario:
¡Cómo se nota que no has vivido en México! Lo de ir colgado en el escalón (estribo) del autobús (camión) es lo habitual allí. Al igual que subir y bajar con el autobús en marcha. También es corriente que el conductor lleve una especie de altar barroquísimo con toda clase de santos y estampitas empezando por la Virgen de Guadalupe y terminando con las fotos de la mujer y los hijos. Todo esto adornado con unas puntillas de crochet hechas por la esposa o la mamá y otros adornos varios. Los camiones en México, especialmente los suburbanos, son llamados "guajoloteros" (guajolote=pavo) pues algunas personas suelen ir con sus mercancías: verduras, frutas, animales para vender y aquello es también un espectáculo pues no sólo tienes que hacerte sitio entre tus semejantes sino entre gallinas, guajolotes, conejos, etc. O sea, que al parecer hay muchas cosas en común en los países “emergentes” antes llamados tercermundistas pero hoy es políticamente incorrecto
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