El día siempre empieza muy temprano, sobre las 6, en un país sin apenas infraestructura eléctrica, donde hay que aprovechar al máximo las horas de sol. Los cortes de luz son muy corrientes aquí, te pille donde te pille, así que aunque vivas en una casa con electricidad, es mejor que también dispongas de lámparas de aceite, o que te hinches de zanahorias pa tener supervisión nocturna. En nuestra casita del pueblo, donde los dueños ya están despiertos desde las 5, lo primero que se escucha es el dulce sonido de la bomba de agua retumbando las paredes, pa que tenga presión el resto del día, porque es una casa moderna de máximo luxury, y sale agua por los grifos de vez en cuando. Luego toca una ducha de agua cubazos en un cobertizo que nos han construido al lado de casa. Lo que todavía no me explico es si la temperatura mínima que se alcanza a lo largo del día (y la Raja y Nithya
noche) es de 26 ºC, y por el día hace siempre por encima de 30 ºC, como demonios el agua del grifo pa ducharse sale por la mañana a 0,5 ºC! Eso sí, como te des una ducha a medio día pa refrescarte, el agua quema. Como no existen calentadores, y yo prefiero no perecer congelado todas las mañanas, me caliento en una olla un poco de agua y con eso tiro, y todos me regañan por mi audacia. Luego tenemos dos opciones pa desayunar en el pueblo, comprar un paquete de galletas o bananas (que es la única comida que venden), o irnos al uno de los dos chiringuitos del village. El desayuno tradicional aquí lo toman a las dos o tres horas de levantarse, y consiste en mogollón de itlis (unas masas aplastadas de pasta de arroz) que se mojan en salsas y sofritos, y algunas croquetas de una masa de blakgram con cebolla (blackgram es una legumbre pequeñita y redonda, que es lo que aporta las proteínas la mayoría de las veces). La verdad es que está de muerte. La hora de comer, siempre, siempre, consiste en arroz con una variación de tres o cuatro salsas. Incluso nosotros, que nos intentamos cocinar a nuestra manera, no podemos hacer otra cosa, porque en todo el mercado sólo tienen arroz, legumbres, y tres tipos de hortalizas. No tienen variedad ninguna, es imposible hacer un plato diferente, y encima cocinar estos tipos de platos, con los instrumentos que hay aquí se hace eterno. Por supuesto no comemos carne ni pescado nunca, porque además de que es rarísimo encontrar algo, no nos fiamos nada porque esta todo expuesto con una pinta de putrefacción increíble. La cena suele ser en todas las casas arroz también, es la única base de la dieta aquí, no conocen ni la pasta. En los “restaurantes” del pueblo para cenar sirven unas especies de tortas hechas con un tubérculo que se mojan en salsa, y otro tipo de torta más espumosa que te la pueden poner con un huevo. Están buenísimas. También es muy típico tomar té, pero lo preparan diferente, y siempre con leche, que en nuestro caso proviene de nuestra propia casita.El resto del día para nosotros consiste en perseguir a los agricultores, pastores, alcaldes, mujeres, niños, etc. de los pueblos que estudiamos pa intentar concertar reuniones y hacerles entrevistas. Si no lo conseguimos, seguimos pasando a ordenador las anteriores reuniones o diseñando las próximas entrevistas. En cambio, el trabajo para la gente aquí en el pueblo, en general, consiste en eslomarse 10 horas bajo el sol con las herramientas más primitivas que te puedas imaginar, si es que no usan las manos directamente, a un sueldo de un euro al día si tienes suerte, y mucho menos si eres mujer. A las 18:30 se va el sol y todos paran de trabajar, y sale la gente a la calle porque empieza el fresco. Es nuestro mejor momento para concertar entrevistas, siempre llenas de niños por todos lados. También es entonces difícil de todas formas porque toda la población está enganchada a las telenovelas que empiezan a las 7 y no terminan hasta las 11. Es una verdadera epidemia. Acabamos el día siempre muy tarde, pasando apuntes, acabando reuniones con gente, o terminando de cenar muy tarde, por lo que nunca dormimos del todo lo que necesitamos, y menos en esos colchones que hemos comprao, que son de lujo para la India, porque normalmente duermen sobre una esterilla en el suelo, pero son superfinos con relleno de algodón que a los tres días de uso es peor que dormir sobre el suelo.
2 comentarios:
Tarik. ¿quienes son esa pareja que has fotografiado? Me gusta mucho la dignidad de ambos, pero sobre todo la sencilla elegancia de la mujer, el modo en que se pone el vestido. Estaría bien que pusieras el pie de alguna de las fotos... Está en casa Estrella y a todos nos ha emocionado leer tus cosas recién colgadas en el blog.
tato
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